Refrescando la memoria: la burbuja inmobiliaria en España - LETRAS EMERGENTES
6/junio/2011

Refrescando la memoria: la burbuja inmobiliaria en España

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Este video didáctico me recuerda que hace tiempo me debo escribir sobre el asunto, que en mi opinión empieza antes de lo que cuenta esta historia.

¿Cómo y cuando empezó la crisis inmobiliaria? Los medios de comunicación y los partidos políticos que nos han gobernado padecen amnesia. Unos sólo ven causas internacionales en la crisis económica olvidando que lo que nos pone en peor situación que a otros ha sido la dimensión autóctona de nuestra crisis: la burbuja inmobiliaria. Los otros parece que no hubieran gobernado y no hubieran puesto las bases de esta burbuja.

El capitalismo financiero global va de burbuja en burbuja. En este contexto la inversión en suelo y vivienda se vieron como un refugio seguro en comparación con la volatilidad de los productos bursátiles. La inversión en suelo y vivienda es vieja, ya la conocimos durante el desarrollismo de los años 60. Pero no es nada comparado con la especulación ocurrida en democracia. Merece la pena releer el informe Auken al Parlamento Europeo o el artículo de Rafael Argullol en El Pais cuando se hizo público. Es un burbuja en la que ha sido necesaria la colaboración de gobiernos nacionales, autonómicos y locales, bancos, fondos de inversión y pequeños inversores atraidos por lo que parecía una inversión con la que cualquier familia de clase media podía participar, aún sin terminar de pagar la hipoteca de su primera vivienda. No obstante vale la pena recordar varios episidios. Fue a finales de los ochenta cuando España se puso de moda para la inversión de los capitales internacionales gracias a las apuestas del gobierno socialista por Las Olimpiadas de Barcelona y la Expo 92. En aquellos tiempos Solchaga presumía de que España era el pais del enriquecimiento fácil. Los que nos incorporamos al trabajo en esos años pudimos ver el primer boom de la construcción. Entonces a los arquitectos nos salían ofertas de trabajo muy tentadoras para vender nuestros servicios a los enladrilladores de las playas. Yo rechacé la mía y me tocó poner freno a los inversores especuladores en mi primer empleo público gestionando el suelo industrial de Alcalá de Guadaíra. En aquellos años los intermediarios de recalificaciones urbanísticas como Juan Guerra operaban con total impunidad, hasta que algunos empezaron a entrar en la cárcel. Boller puso su importante grano de arena en la liberalización del mercado de la vivienda en alquiler con su famosa ley que eliminó el carácter protector del inquilino que heredó España del franquismo. Hizo falta que vieniera un gobierno socialista para volver a poner las cosas en su sitito a favor de los propietarios.

La búsqueda de inversiones rentables a corto plazo encontró en la necesidad de financiación de los ayuntamientos su aliado ideal. Vía recalificaciones y revisiones del planeamiento general se aseguraba el incesante flujo de ingresos en los ayuntamientos  entrando en una espiral de crecimiento sin freno que algún día debía toparse con sus límites. Por si no fuera suficiente el PP en el gobierno da otra vuelta de tuerca a las políticas neoliberales y modifica la ley del suelo para facilitar la urbanización de prácticamente todo el suelo de la penísula aunque fuese haciendo ciudades en mitad del campo, como el paradigmático caso del pocero. !España va bien!. Sube la vivienda sin parar pero se vende todo lo que se construye, ¿dónde está el problema?, se preguntaban los ministros peperos. Y llega al poder el gobierno socialista y pese a modificar la ley del suelo y tratar de poner coto al crecimiento de los municipios en Andalucía, no pudieron los gobernantes nacionales y autonómicos poner límite a sus alcaldes que precisaban más suelo urbanizable para seguir financiando sus muncipios. Desde esta perspectiva quizá no sea tan injusto que ahora paguen con sus alcaldías su falta de perspectiva. Entre tanto, nos queda un paisaje desolador de urbanizaciones fantasma, viviendas sin vender y deshabitadas, y bolsas de suelo en proceso de urbanización, entendidas como áreas de oportunidad que nunca llegarán a ser oportunas.

Esteban de Manuel Jerez
Soy profesor de la Universidad de Sevilla y activista social por el derecho a la ciudad y la Justicia Global. Premio del concurso internacional Dubai ONU-HABITAT de Mejores Prácticas de Políticas Urbanas Nacionales. Cofundé la revista científica Hábitat y Sociedad. Soy responsable del grupo de investigación ADICI especializado en Investigación Acción Participativa y Aprendizaje y Servicio aplicados a la Producción y Gestión Social del Hábitat. Co-fundador de Arquitectura y Compromiso Social (1993-2015) Colaboro con la consultora Taller Ecosocial. Publico ensayos de opinión en El Pais, ABC, Diario.es, El Salto Diario, Diario de Sevilla, Sevilla Directo y periódico IDEAL de Granada

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