Unos espectadores un tanto raros en el WC Portimao 2023

El conjunto nacional fundido en un abrazo tras ganar el oro
Era sábado seis de mayo por la mañana, segunda jornada de la World Cup de Gimnasia Rítmica de Portimao 2023. Se disputaba la segunda ronda clasificatoria, ejercicios de mazas y cinta. El magnífico espacio del Portimao Arena tenía mejor entrada que el día anterior pero, no obstante, estábamos prácticamente solos en nuestra grada, en primera fila, bien situados para ver a las gimnastas salir del tapiz tras finalizar su actuación y dirigirse al sillón dónde se sientan a esperar sus calificaciones.
Este sitio nos permite una magnífica interacción con las gimnastas. Cuando pasan por nuestro lado ya el pabellón ha terminado de aplaudirles. Se hace un relativo silencio en el que puedes percibir perfectamente sus emociones.
En el momento en que pasan frente a nosotros, si el ejercicio nos ha gustado especialmente, abrimos una nueva ronda de aplausos, solitarios pero entusiastas, que se oye en todo el auditorio. Las gimnastas se vuelven hacia nosotros y muestran agradecimiento. Se llevan la mano al corazón, o sonríen, o hacen ambas cosas. Si las cosas les han salido muy mal salen abatidas. En esos momentos dudamos. ¿Les aplaudimos para darles aliento? Normalmente lo hacemos. Hay gimnastas tan abatidas que no les hace efecto. A otras este pequeño gesto de su afición les sirve de aliento, quizás les da ánimos y esbozan una leve sonrisa.
Acababa de terminar el primer grupo, el B, en el que participaron las gimnastas del equipo español, Lucía González y Cristina Korniychuk. El viernes ambas habían completado una buena actuación y Korni se había asegurado el pase a la final de pelota. A ella la vimos actuar en directo por primera vez en Marbella en marzo de este mismo año. Nos gustó mucho su estilo de gimnasia pero cuando hablamos con ella no estaba contenta, decía que no había sido su campeonato.
A Lucía la habíamos descubierto también en Marbella en octubre de 2021 Nos deslumbró su actuación en la final de la competición internacional junior, de la que resultó campeona. Por la tarde nos la encontramos junto a la puerta del pabellón, la saludamos, le pedimos hacernos una foto con ella e iniciamos una animada conversación. Elisa le comentó que nunca había visto un giro dorsal tan largo como el suyo, dos vueltas completas, y le dijimos que le veíamos un brillante futuro en la selección, de la que aún no formaba parte. Lucía se mostraba entre escéptica y esperanzada. ¡A ver si me ve actuar la seleccionadora y se fija en mi, nos dijo! Y así fue. El año pasado nos la encontramos en la World Cup de Pamplona. Aunque no participaba ya había viajado con el equipo nacional. Nos dijo que estaba trabajando duro. Le dimos la enhorabuena y le deseamos mucho éxito.
Cuando aplaudimos su primera actuación en Portimao, la mañana del viernes, nos dedicó una luminosa sonrisa y nos dijo ¡hola!, sorprendida. Al terminar su actuación vino a vernos y nos dijo, ¡habéis venido! Si, uno de los aliciente de esta edición era veros en directo a tí a Korni, le dije. Elis añadió, ¡sigues teniendo el record del giro dorsal más largo!
Las españolas habían actuado compartiendo grupo con las portuguesas Rita Araujo y Joana Pinheiro, la brasilera Geovana da Silva, la estaudinense Evita Griskenas, la georgiana Keteven Arbolishivili y una jovencísima gimnasta autraliana a la que no conocíamos, Li-Lou Burns-Gillet. Un conjunto de gimnastas magnífico, muchas de las cuales no tienes oportunidad de ver si solo vas a las finales.
Es el caso de la joven australiana que nos ganó al instante con su gimnasia fresca, dinámica, alegre, bien ejecutada, con mucha base, pero con notas de partida de dificultad de aparatos y corporal insuficientes todavía para aspirar a una final. Nosotros la aplaudimos mucho, especialmente. Su entrenadora nos miraba tras cada una de sus actuaciones transmitiendo expresivamente su agradecimiento por nuestro apoyo. A las entrenadoras les gusta que aprecies el trabajo que hacen sus gimnastas.
Ni que decir tiene que a Lucía y a Cristina las aplaudimos a rabiar. Lucía había obtenido una buena puntuación en mazas pero hasta ya avanzada la tarde no podríamos saber si lograría el objetivo. A pesar de ello, nos dijo que había fallado un lanzamiento en el que había trabajado especialmente y que le había salido bien diez de diez veces justo antes de salir al tapiz. Cristina, que había estado muy bien el día anterior, tuvo errores en sus ejercicios que le lastraron la calificación. Salió muy disgustada del tapiz. En esos momentos sufres con ellas y querrías decirle que sus ejercicios han sido muy bonitos y que esos pequeños errores, a los que siempre están expuestas, no deberían hacerles sentir mal.

Lucía González y Cristina Korniychuk con Elisa
También aplaudimos a rabiar a Evita Griskenas, cuya gimnasia elegante, clásica, con mucho ballet, y su forma de estar y de ser nos tiene conquistados. La venimos siguiendo en directo desde nuestro primer Portimao. En este campeonato estuvo muy bien, muy regular. Ya había terminado en puesto de pódium la primera sesión e hizo muy buenas mazas y cintas. Apuntaba a podium en el concurso general, pero la jornada no había hecho más que empezar. Faltaban tres grupos de gimnastas por actuar.

Evita Griskenas con Elisa en Portimao 2022
Rita Araujo se mostró muy segura en todas sus intervenciones y nos gustó mucho más que en ediciones anteriores. Sin embargo, su compatriota Joana falló en tres de los cuatro ejercicios. La gimnasia rítmica puede ser dura y cruel. Son incomensurables las horas de entrenamiento preparando el momento de salir al tapiz a demostrar su trabajo. Cuando vemos sus actuaciones fluir y todo va saliendo es como asistir a un milagro detrás del cuál se ocultan a nuestra vista sus vidas jóvenes consagradas a este deporte y este arte. Gimnastas que cada día, como nos cuenta Almudena Cid en su libro autobiográfico Caminar Sin Punteras, no han ido ningún día a entrenar ni a competir sin que les doliera la espalda y los pies.
Aprovechando el breve descanso del cambio de grupos Elisa se fue al baño. Yo me quedé revisando los ejercicios grabados de Lucía y Cristina para subirlos al canal de Youtube, como me había comprometido a hacer con Foro Rítimica. La competición no se podía ver en España porque la grabación del canal ginastica.tv estaba limitada a la geografía portuguesa.
De repente veo que se dirige directamente hacia mi un señor elegantemente vestido, con traje de chaqueta de color azul, camisa blanca y un gran y llamativo bigote. Pensé que me iba a llamar la atención por estar grabando, pero no. Se dirigió a mí en portugués y tras saludarme respetuosamente me dijo: su mujer y usted han estado aquí sentados desde que ayer comenzó la competición y no se han perdido un ejercicio, ¿verdad? Me quedé muy sorprendido y respondí, así es, ¿por qué? Nos hemos fijado en que ustedes aplauden a todo el mundo, no solo a las españolas. No salía de mi asombro y le volví a responder, así es. Desde la organización, me dijo, queremos agradecerles a usted y a su esposa el calor que están dando a las gimnastas, acepten por favor este pequeño obsequio. Y me dio un pin de la federación de gimnasia de Portugal, verde, roja y dorada y un pin de color rosa y violeta para Elisa. Mi portugués fue suficiente para darle las gracias y reconocer la buena organización del evento. El hombre se giró y se marchó. Y yo me quedé esperando impaciente la llegada de Elisa para contarle ese evento tan sorpresivo e inesperado.
Elisa no daba crédito y se lamentaba de no haber estado presente. Como os podéis imaginar quería que se lo contase con todo detalle. Nos pusimos nuestro pin y Elisa se acercó a hablar con Joana Pinheiro ,con su madre y abuela, que estaban en nuestra grada. Le preguntó a Joana si la veríamos en Valencia y nos dijo que no lo sabían. Portugal solo tenía una plaza y aún no habían decido si iría ella o Rita.
Luego seguimos atentos la actuación del grupo A que cerraba la mañana. Nos acercamos dando un paseo por el río Árade en dirección al centro para comprar pan en un supermercado. A la vuelta nos cruzamos con la madre y la abuela de Joana Pinheiro, nos saludamos y nos fuimos a comer a nuestra casa con ruedas.
La tarde empezó fuerte, con el grupo D en el que estaba un magnífico elenco de gimnastas, entre ellas la favorita, la alemana Daria Varfolomeev y su compatriota Margarita Kolosov; las magníficas kazakas Aibota Yertaikyzy y Elzhana Taniyeva; las italianas Alexandra Agiurgiuculese y Sofia Maffeis y la china Yating Zao.

Con Yating Zao a la que expresó su admiración
Estaba en juego el pódium de la general y la clasificación para las finales de mazas y cinta.
Darja estuvo soberbia, salvo algún error puntual, completamente recuperada su forma tras la lesión que la apartó de las primeras competiciones de la temporada. Acabó primera en la clasificación tras la actuación de este tercer grupo y ya no se movería de ahí. Margarita no estaba en este campeonato tan segura como suele y al pasar por nuestro lado agradeció con un gesto nuestro apoyo haciendo un gesto de qué le vamos a hacer. Aún así se aseguró el pase a la final de cinta.
Aibota se mostró muy segura y regular en todas sus actuaciones, estuvo magnífica y se clasificó para las cuatro finales. Es muy seria en el tapiz, está muy concentrada y es difícil interactuar con ella. En cambio una vez terminada la competición se muestra supersimpática y cercana. Su compatriota Elzhana Taniyeva estuvo magnífica en sus dos actuaciones asegurándose paso a las finales en juego, al igual que Alexandra Agiurgiuculese, que estuvo muy bien, disfrutando y haciendo disfrutar al público.

Mirano Kita, con Elisa, a la que confirmó que Sumire Kita es su hermana
En el grupo C actuaban las magníficas gimnastas francesas Maelle Millet y Helene Karbanov y la japonesa Mirano Kita. Las tres cuajaron buenas actuaciones y se clasificaron para las finales. Participaban también las mexicanas Marina Malpica y Karla Díaz y dos gimnastas que no conocíamos previamente y que nos sorprendieron muy gratamente, al igual que las suizas Norah Demierre y Lauren Grueniger, así como la angoleña Luana Gomes, elegante, con mucho ritmo, con una gimnasia que hacía vibrar al público. Teníamos especial expectación por ver la actuación de Marina Malpica, que venía haciendo grandes actuaciones este año, pero algo le pasó. No fue ella. Se desconcentró completamente y fue un sufrimiento verla fallar tanto.
Tras la finalización del grupo C quedó definido el pódium del concurso general. Darja Varfelomeev se hizo con el oro, Evita Griskenas con la plata y Aibota Yertaikyzy con el bronce. Elzhana Tanyeva rozó el podium pero su error en un lanzamiento de una maza, que recogió aparatosamente fuera de pista, en su energética interpretación de Loca, Loca, de Shakira, la dejó fuera del mismo y nos privó de volver a ver este ejercicio en la final. Evita estaba radiante, era la primera vez que una gimnasta estadounidense logra plata en una World Cup y en su caso tiene el mérito especial de dedicarse a la gimnasia a tiempo parcial. Está cursando sus estudios de psicología y a la vuelta del campeonato de Portugal tenía sus exámenes y la entrega de papers de las distintas asignaturas.
En el descanso, antes de la actuación de grupos, Lucía nos dió la alegría de confirmarnos su clasificación para la final de mazas, acompañando a Korni, que la tarde anterior se había clasificado para la final de pelota. Ambas, que venían de la grada de “padres y madres” de gimnastas españolas, se pararon a hablar con nosotros. Lucía feliz, Korni todavía disgustada porque no pudo repetir la gran actuación del día anterior. Elisa le dijo que no podía irse triste de allí, que tenía que valorar su actuación en conjunto, con unos ejercicios preciosos.
También estaban en la grada, cerca de nosotros, las italianas Sofia Maffeis y Alexandra Agiurgiuculese y la alemana Margarita Kolosov. Se disponían a ver las actuaciones de sus respectivos conjuntos. Hay que decir que Agiurgiuculese se las vale ella sola, sin necesidad del resto del público, para animar alle farfalle volanti, ¡como les grita!

Sofia Maffeis hace el selfie del grupo con Alexandra y Margarita.
Elisa no desaprovechó la ocasión para acercarse a hablar con ellas. A Sofia le dijo que era la primera vez que la veía en directo y que le había gustado mucho su gimnasia. A Agiurgiuculese le dijo que la habíamos visto muchas veces, en ediciones anteriores de Portimao, en Guadalajara y en Pamplona y que nos encantaba su gimnasia. Ella se mostró sorprendida y le respondió que le parecía muy bonito saber que hay aficionados que van de un lado a otro de la geografía ibérica siguiendo a las gimnastas.
Nos faltó decirle que siempre recordaremos su ejercicio de pelota de 2017 con una versión de Aleluyah de Leonard Cohen. Y llegó el turno de Margarita. A ti, le dijo Elisa, te conocimos en Portimao el año pasado. Margarita la corrigió. En Portimao no, fue en Pamplona. Elisa se quedó a cuadritos. ¡Es verdad!
Ya sentados de nuevo, esperando el comienzo de los grupos de conjuntos que actuaban en mixtos, se nos acercaron dos chicas, una de ellas sosteniendo una alcachofa y otra un trípode con una cámara, que se nos presentaron como Mafalda y Concha, periodistas de ginastica.tv y nos pidieron autorización para hacernos una entrevista. Nos miramos sorprendidos y sintieron necesidad de explicarse. Nos dispusimos a hacerla, confiando mucho más en el inglés de Elisa que en el mío pero pronto me di cuenta de que no me iba a librar, algo me iba a tocar responder.
A modo de introducción nos dijeron que habían estado observando nuestra presencia desde el primer día de competición y que les había llamado mucho la atención que habíamos asistido a todos los ejercicios y aplaudido a todas las gimnastas y que parecía que sentíamos la necesidad de interactuar con ellas. Nos volvimos a mirar sorprendidos y les dijimos que, en efecto, así era. Mafalda quería saber si teníamos alguna gimnasta actuando con la que tuviéramos lazo de parentesco y les dijimos que no. Nos preguntó, a continuación, si acaso habíamos practicado la gimnasia rítmica y Elisa les respondió que ella desde los siete a los diecisiete años había practicado la gimnasia deportiva pero que desde hace más de quince años se ha pasado a la rítmica. Desde entonces no nos perdemos una competición que vemos en televisión, generalmente a través de grabaciones en YouTube. También nos dijeron que tenían noticia de que no era nuestro primer campeonato de Portimao. Les confirmamos que efectivamente así era. Este era nuestro tercero y que desde 2019 vamos a ver en vivo todas aquellas competiciones que nos quedan relativamente cerca, desde Portimao a Marbella y desde Guadalajara a Pamplona o el Euskalgym. Y entonces nos dijeron que éramos unos espectadores un tanto especiales y que por eso nos habían elegido para la entrevista. Un poco raros si que somos, les respondimos.
Nos preguntaron por nuestras gimnastas favoritas. Les dijimos, por supuesto, que las del equipo español, el conjunto y las cinco componentes del equipo que compiten en individual. Nos encantan tanto las ausentes Alba Bautista, Polina Berezina y Teresa Gorospe como las presentes Cristina Korniychuk y Lucía González. Pero que una de las cosas bonitas de este deporte es que puedes ser del equipo de muchas gimnastas. En la medida que las gimnastas son unas artistas entra en juego el gusto personal. Hay gimnastas muy correctas, con mucha dificultad en sus ejercicios pero que no nos emocionan tanto. De las gimnastas ausentes nos declaramos del team de nuestra querida Sofia Raffaeli, actual campeona del mundo, y del de la bulgara Boryana Kaleyn. De las presentes sin duda somos del team Darja Varfelomeev, a la que seguimos desde su primer campeonato senior el año 2022, con una tipología y un estilo muy singular, en la que sobresalen sus maravillosos giros y zancadas, su ritmo interpretando la música y su extraordinario aplomo en pista. Somos muy del team de las excluidas, por razones políticas, Anastasia Salos y Alina Harnasko. Somos del club de Evita Griskenas, elegantísima, y nos encanta la fortaleza y alegría que transmite la alemana Margarita Kolosov con sus inigualables saltos butterfly. Y para cerrar, nos encantan las kazakas Aibota Yerktaikyzy y Elzhana Tanyeva, y las ucranianas, ausentes en esta ocasión.
Con los nervios de la entrevista olvidamos mencionar otras gimnastas maravillosas que también nos gustan especialmente, como la uzbeka Takhmina Ikromova y las rumanas Andrea Verdes y Analise Dragan. Ardemos en deseos de ver actuar en directo.
El momento incómodo de la entrevista vino cuando Mafalda quiso saber cuál de las gimnastas portuguesas nos gustaba más, Rita o Joana. ¿De verdad me tengo que pronunciar? respondió Elisa. Sí, se mantuvo firme Mafalda. Elisa hizo gala de su diplomacia al tiempo que de su franqueza. Ambas son grandes gimnastas dijo. Pero personalmente el estilo de Joana nos gusta más.
En un momento de la entrevista Mafalda se dirigió expresamente a mí y me preguntó, ¿por qué te gusta la rítmica? Esa pregunta nos la han hecho decenas de veces. Nadie le pregunta a la gente por qué le gusta el fútbol pero si por qué le gusta la rítmica. Parece un gusto raro por el que hubiera que dar explicaciones. Les contesté más o menos, no estoy muy seguro de cómo de bien, que para mí la gimnasia rítmica es algo más que gimnasia, que tiene elementos de ballet, de danza y que transmite muchas emociones, que es un arte.
Las reporteras parecieron satisfechas de la entrevista, nos dijeron cómo podíamos acceder a ella en su canal y se despidieron muy amablemente. Era la segunda vez en el día en que nos sentíamos sorprendidos.
La actuación de conjuntos estaba a punto de empezar y estábamos expectantes. El día anterior España quedó segunda con su preciosísimo ejercicio de cinco aros, a muy corta distancia de Italia. Si todo iba bien, había posibilidad de pódium y hasta de ganar el oro. Había subido el día anterior a YouTube, y compartido en twitter la actuación del conjunto español y tenía el compromiso de hacer lo mismo con el mixto y además subir la actuación del conjunto mexicano.
En la grada se hacía notar la hinchada francesa pero, tras la portuguesa, la más nutrida sin duda era la española, con el grupo de padres y madres de gimnastas con sus camisetas rojas. El pabellón a esa hora estaba ya completamente lleno y el ambiente era magnífico. El conjunto español volvió a hacer una gran actuación, quedó primera en el ejercicio mixto y superó a Italia en la general ¡España se llevó el oro! La afición española estaba exultante. La otra cara de la moneda fue la del conjunto portugués, que había preparado dos ejercicios muy bonitos que no acabaron de salir. Sus gimnastas estaban abatidas. Se quedaron fuera de las dos finales del día siguiente.
La ceremonia de medallas fue muy emotiva. Ver subir al pódium a gimnastas a las que admiras, y con las que has establecido un vínculo, es muy especial. En el pódium individual estábamos felices por Daria Varfelomeev y Evita Griskenas y con sentimientos ambivalentes respecto a las kazakas. Solo caben tres y se subió Aibota y quedó cuarta Elzhana. Las dos merecían estar ahí arriba. Nos entusiasma su gimnasia.
Y qué decir de la emoción de ver a las chicas del conjunto nacional en lo más alto del cajón, colgándose el oro y escuchando el himno nacional.
Cuando acabó la ceremonia se desbordó la alegría, todo eran abrazos, lágrimas, risas, selfies … Una piña todo el equipo. Elisa y yo esperando la oportunidad de felicitarlas y lograr una foto con ellas. Parecía llegado el momento, les pedimos una foto, estaba algo ya disgregado el grupo, se volvieron a llamar a las compañeras y, en ese momento, una mujer nos interpeló. ¿Sabéis que os habéis hecho famosos? Nos volvimos hacia ella y le preguntamos si era madre de alguna gimnasta del equipo y nos dijo que no. Que en su juventud fue gimnasta, luego entrenadora y ahora le tocaba el papel de mala, de juez.
Nos dijo que las jueces le andaban preguntando si sabían quiénes eran esa pareja de españoles tan entusiastas, que aplaudían a todas las gimnastas. Nos volvimos a mirar Elisa y yo. No dábamos crédito. Ni que decir tiene que esto hizo que se esfumase la posibilidad de tener la foto que buscábamos con el conjunto pero, por otra parte, se nos presentaba una oportunidad única. Nunca habíamos hablado con una jueza y era una ocasión que había que aprovechar.
Le pregunté cual era su función en este campeonato y nos dijo que actuaba como jueza de dificultades corporales. Que se trataba en realidad de un trabajo muy técnico, muy objetivo. Hablamos sobre la dificultad de valorar el apartado artístico, introducido como novedad en este ciclo olímpico. Estuvo de acuerdo con nosotros en que el código anterior traía a las gimnastas locas, estresadas buscando acumular dificultades sin fin y llegando a perder el norte, la expresión artística. El nuevo código nos está permitiendo disfrutar de una gimnasia más bonita, con más equilibrio en la introducción de dificultades de aparatos. Se percibe que gana la capacidad interpretativa de la música, la fluidez en el desarrollo del ejercicio.
Las gimnastas ya no parecen demonios de Tasmania girando sobre sí mismas y desplazándose como un torbellino por el tapiz al tiempo que lanzan mazas, aros, pelotas y cintas y corren tras ellas tratando de evitar que caigan al suelo o salgan fuera de la pista. Gracias al nuevo código hemos podido recuperar el placer disfrutar la gimnasia de Boryana Kalein, que ha vuelto a recuperar su sosiego, la paz necesaria para expresar el arte que lleva dentro, con su chispa, sus extravagancias, su forma única de interpretar la gimnasia rítmica. No olvidaremos el impacto que nos hizo su primera interpretación de su ejercicio de mazas de 2022, cuando lo vimos en Marbella. Entró en pista con una maza cogida de su moño y lo que vino después fue una interpretación alucinante.
Cuando terminó la conversación ya no había gimnastas sobre el tapiz y casi éramos los últimos en salir del pabellón. Fuera estaba el grupo de padres y madres y estuvimos hablando con los de Selma. Ya hemos coincidido en otros campeonatos. Nos dijeron que no siempre las pueden acompañar pero que si lo harán al Europeo de Bakú, dentro de dos semanas. Si todo va bien nos los volveremos a encontrar a final de julio en Milán, la última copa del mundo antes del Mundial de Valencia a final de agosto.
El domingo el pabellón se llenó por la tarde para asistir a las finales. La madre de Lucía González, al pasar junto a nosotros nos saludó y nos dijo que Lucía había estado muy tranquila toda la mañana y que le había asegurado, mamá, pase lo que pase, voy a salir a disfrutar. Y así lo hicieron tanto ella como Korni, que completaron grandes actuaciones. Lucía fue cuarta en mazas donde rozó el pódium.
La de cinta fue sin duda la mejor y más emocionante de las finales. Todas las gimnastas cuajaron una gran actuación, libre de errores perceptibles, lo cual es difícil que ocurra con este tan bello como traicionero aparato. Margarita Kolosov la abrió y cerró su actuación con buen sabor de boca, lo merecía. Darja Varfelomeev estuvo soberbia y ocuparía la primera plaza tras su actuación y ya nadie la superaría. Evita Griskenas provisionalmente se puso segunda. Alexandra Agiurgiuculese salió en penúltimo lugar y cuajó su mejor actuación, recibió un inmenso calor del público y se le desbordaron las emociones. El público estaba expectante ante su nota y abucheó de forma escandalosa cuando la nota la colocaba en cuarta posición. Aupada por el público la recurrió y para su sorpresa fue aceptada y subió a la tercera posición. Estaba exultante de alegría y el estadio lo festejó por todo lo alto. Cuando ya nadie lo esperaba apareció en el escenario la francesa Hélène Karbanov y dejó al pabellón helado cuando salió su nota que le sirvió para hacerse con la plata, bajando del cajón a Alexandra.
Evita logró sendas platas en pelota y mazas, que se sumaban a su plata en la general. Fue su campeonato. Había vuelto a completar cuatro grandes actuaciones en las cuatro finales. Volvimos a aplaudirla, sentimos su agradecimiento y el de su entrenadora y cuando terminó su actuación, antes de subir a recoger las medallas, se acercó a nosotros y nos hizo entrega de una carta formada por un pequeño papel doblado, con un sello dibujado con forma de corazón, y se marchó con un gesto de despedida para prepararse para la ceremonia de entrega de medallas.
Hello!
I was so happy to
see you again!
Thank you so much
for cheering and
supporting me for
so many years.
You make my heart
smile and my
performances better.
With Grattitude
Evita Griskenas
Al recibir la medalla y saludar al público nos dedicó una sonrisa.
Tras la ceremonia empezó el concurso de equipos en el que el conjunto nacional nos volvió a ofrecer una gran actuación en el precioso ejercicio de cinco aros que les valió la plata. Brasil cuajó una extraordinaria actuación llena de rimo que levantó al pabellón y les valió el oro. Las italianas se llevaron el oro en el mixto y disfrutamos mucho con todas las actuaciones. Nos gustó especialmente el equipo japonés.
Tras la entrega de medallas, el equipo portugués hizo su precioso ejercicio de cinco aros en la exhibición y, ya sin la presión de la competición, les salió muy bien. Cerró la gala Rita Araujo con una emocionante interpretación de la Grândola, Vila Morena, vestida con un traje de ballet negro, su largo pelo rizado suelto y un clavel rojo en sus manos.

El conjunto portugués con los raros espectadores españoles
Al terminar la gala nos volvimos a encontrar Mafalda y Concha, las periodistas de ginastica.tv. Nos despedimos hasta la edición del año siguiente y nos dijeron que esta no habría sido igual sin nosotros. Nos quedamos abrumados. ¡Nos insistieron para que fuésemos a las competiciones de salto de trampolín en Coimbra y Santarem, puntuable para la olimpiada!
No encontramos a Evita ni a las gimnastas españolas cuando salimos del pabellón pero vimos a las kazakas subidas al autobús que las llevaría al hotel y logramos hablar con Aibota y Elzhena y hacernos una foto con ellas. Para lograrlo Elisa ni corta ni perezosa no dudó en meterse en el autobús donde ya estaban sentadas.

Salimos del pabellón como subidos en una nube, poseídos por las fuerzas de la vida, como diría Edgar Morin, en una reciente entrevista, a sus 101 años de edad. Por eso nos gusta ver la gimnasia rítmica en directo.
Ya de vuelta Elisa subió a su cuenta de Instagram videos etiquetando las gimnastas y continuó por este medio la conversación con las kazakas y con Evita. Ella había compartido un mensaje de agradecimiento a todas las personas que la habían apoyado en su carrera y añadió un reconocimiento a una pareja que siempre la ha visto y apoyado desde su primera actuación en Portimao en 2019 sin fallar nunca.

Elisa le envío un mensaje de agradecimiento por su carta que terminaba con una foto de nuestra gata mirando muy atentamente su ejercicio de cinta en Sofia. Y Evita le contestó diciendo que era el mensaje más bonito que nunca le habían mandado. Quedamos emplazados para encontrarnos de nuevo en Milán y Valencia, donde nos haríamos una foto los tres.
¡Hasta el próximo campeonato!
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