¿Para qué sirve la poesía en este siglo de la Gran Prueba? - LETRAS EMERGENTES
15/junio/2023

¿Para qué sirve la poesía en este siglo de la Gran Prueba?

Presentación de Vértice, último libro de poesía de José Mª López Medina. Foto: librería El Gusanito Lector

En las invitaciones al acto en mi cuenta de twitter preguntaba, ¿Para qué sirve la poesía en este siglo de la Gran Prueba?

El anterior ganador de este premio, el filósofo y poeta Jorge Rietchmann publicó en 2013 El siglo de la Gran Prueba, obra en la que el autor pone a la humanidad cara a cara con la crisis ecosocial a la que nos lleva de forma acelerada el capitalismo. El sistema capitalista no es sólo una forma de organizar la economía de mercado sino también los valores de la sociedad y el acceso al poder. Tenemos una sociedad de mercado, una universidad mercantilizada, una cultura de masas mercantilizada, una democracia mercantilizada… nada parece escapar al dominio del precio sobre el valor.

En una sociedad de mercado hay unos límites al juego democrático, no escritos, pero muy estrictos. No se pueden cambiar las reglas de juego para que todos los votos valgan lo mismo, no se pueden poner límites al crecimiento económico para ajustar la economía al planeta que la sustenta, no se pueden eliminar los paraísos fiscales, no se puede hablar de eliminar los paraísos fiscales, no se puede hacer una reforma fiscal que ponga límite a la riqueza extrema,  …

¿Qué puede un poeta contra eso? ¿De qué sirve la poesía? ¿De qué sirve escribir una novela o un ensayo? ¿De qué sirve ser docente socialmente comprometido?

Cuando la humanidad se dirige hacia el abismo,

la construcción del relato es clave

para que sigamos corriendo hacia el mismo.

Que se salve quién pueda, no lo dicen,

mientras se preparan islas acorazadas.

Nos dirigen al abismo

cabalgando sobre los votos

de quiénes acabarán despeñados.

Hoy el relato dominante es tan poderoso

que le llamamos pensamiento único.

La novedad, y no me tranquiliza,

es que las evidencias

de que vamos hacia el abismo

son tan evidentes,

valga la redundancia,

que los constructores de relatos necesitan acudir al bulo, a la mentira y a la pseudociencia para tratar de mantenernos con la venda bien puesta. Las evidencias, por ejemplo, de que estamos viviendo ya el cambio climático que anunciábamos para el futuro, son tan grandes que es preciso alimentar el relato negacionista. La negación, no lo olvidemos, es la primera fase del duelo, de la pérdida, a la que nos enfrentamos. Una pérdida de los brillos de las baratijas de la sociedad de consumo, de unas baratijas que no necesitamos en la medida que creemos necesitar.

Los poetas, las docentes, los periodistas, las científicas, tenemos la capacidad y la misión de desvelar las grietas de ese pensamiento único, que como tal pensamiento es muy limitado y deja muchos flancos abiertos. Y la de nombrar para alumbrar otros mundos posibles.

Presentación de Vértice en la casa del Pumarejo. Foto: David Gómez

Este es el cuarto libro de poemas que publica José María López Medina. Hace quince años tuve la oportunidad de presentar en el Cortijo del Alamillo, su primer conjunto de poemas, Bocetos y sonetos. Libro muy especial por cuanto lo firman dos autores, padre e hijo. El padre, José María López Sánchez se ocupó de los sonetos y el hijo, José María López Medina, publicó bocetos interiores, buscando un silencio de su talla.

Ya en este primer libro aparecen tres constantes que han marcado su obra poética. Junto con el sentido del ritmo, el uso de las palabras justas y un sentido de la ironía muy necesario, tanto para mirarse interiormente como para mirar el mundo en crisis con su inercia hacia el abismo.

José María López Sánchez destaca este sentido de la concisión, en el prólogo al segundo poemario de su hijo, Filo del Tiempo, ilustrado Antonio Melo, seleccionando para ello este poema:

Si pudiera vestir esto que siento
con las palabras justas,
con palabras ceñidas como prendas,
tal vez podría saber qué forma tengo,
tal vez podría palparme los enigmas,
las preguntas primeras, los hallazgos,
los vértices del alma…
tal vez podría tentar ese relieve
y hacer algo al respecto.

Es en su tercer libro, Señales de vida, cuando empieza a explorar la poesía crítica con mira ecosocial y feminista.

Bajo el epígrafe versos caseros encontramos este, dedicado a Luisa y por ende a todas las mujeres que tienen que simultanear vida profesional, cuidados y vida poética.

Vida y Obra

Desde cada rincón del universo

debería poner la lavadora

late un sordo bramido que atesora

vístete, hijo– un ímpetu perverso.

El arcano designio yace inmerso

en un envés de luz –quién llama ahora

donde apremia -qué lenta esta impresora…

sí, yo llevo a los niños…- el reverso

de un péndulo que empuja hasta el vacío

todo lo que no hicimos, ya baldío,

palpitando –qué tarde ya– en la espesa

penumbra de un remoto sumidero

qué bien salió el puchero

de recuerdos hambrientos… -¡a la mesa!

Y bajo el título zonas comunes encontramos este aviso que no puede resumir con menos palabras la impotencia que sentimos ante la inercia que nos impide acometer el cambio de rumbo necesario para resolver la crisis ecosocial

Somos

la gente del pasado

que avisaba de esto

Estamos tan acostumbrados a ver las cosas cómo nos dicen que son que necesitamos más que nunca la capacidad de renombrar las cosas que tienen los poetas. Es un trabajo que no tiene precio pero sí un valor incalculable.

Me he comprometido con el autor a auto-contenerme y no hacer más spoiler del imprescindible sobre el presente libro, Vértice. Voy a desvelar lo menos posible del mismo, pero voy a transcribir dos poemas que, a mi juicio ilustran el valor de su poesía, la necesidad que tenemos de ella y que hace que sus lectores, cuando acabamos la lectura de sus poemarios pidamos: ¡Más poemas por favor!

El primer poema se llama Decíamos

Salvar la Tierra,

decíamos,

mientras ella seguía

concentrada en su órbita

como si alguna vez le hubiéramos

 hecho falta para algo.

Ayudar al planeta,

decíamos,

como el señor que dice

que él ayuda en su casa.

Dudo a continuación entre transcribir Teléfono Inteligente o el segundo principio (de la termodinámica)… hay en Vértice poemas de todas las tallas, cada una y cada uno de los presentes seguro que encuentra uno para ponerse.

Me decanto por este.

Mitos

La neutralidad no existe.

Son los padres.

El crecimiento perpetuo no existe.

Son los padres.

Los padres no existen.

Son las madres.

Y ya os dejo con el poeta, pónganse los cinturones y disfruten. Eso sí, recuerden la advertencia con la que se abre el libro.

Consentimiento

Una firma en descarga

del autor o la autora

por posibles efectos secundarios

sobre el marco mental

o la cosmovisión

del lector o lectora que se enfrenta

a ciertos buenos libros de poesía.

No digo este, claro.

Yo sólo doy la idea

La presentación de libro fue entrañable en muchos sentidos. Por el escenario, que no podía ser más apropiado, tan ligado por otra parte a la historia del autor en Sevilla. La Casa Grande del Pumarejo. El Patio Ventura Galera, nombrado así en memoria y homenaje a nuestro llorado amigo, arquitecto socialmente comprometido, que tanto hizo por que esta casa siga siendo una casa de todas, habitada, autogestionada.

Presentación de Vértice en el Patio Ventura Galera de la Casa Grande del Pumarejo, en Sevilla el martes 13 de junio de 2023. Foto: David Gómez

En segundo lugar porque sirvió de ocasión de reencuentro de amigos y activistas sevillanos que nos sentimos muy identificados con los versos de Jose, hechos a nuestra medida.

Solo queda dejaros a solas con Vértice y que os vistáis con los versos que más se ajusten a vuestra talla.

Algunos de los asistentes a la presentación de Vértice, en la puerta de la Casa Grande del Pumarejo. Foto: Reyes Gallego Rodríguez

Esteban de Manuel Jerez
Soy profesor de la Universidad de Sevilla y activista social por el derecho a la ciudad y la Justicia Global. Premio del concurso internacional Dubai ONU-HABITAT de Mejores Prácticas de Políticas Urbanas Nacionales. Cofundé la revista científica Hábitat y Sociedad. Soy responsable del grupo de investigación ADICI especializado en Investigación Acción Participativa y Aprendizaje y Servicio aplicados a la Producción y Gestión Social del Hábitat. Co-fundador de Arquitectura y Compromiso Social (1993-2015) Colaboro con la consultora Taller Ecosocial. Publico ensayos de opinión en El Pais, ABC, Diario.es, El Salto Diario, Diario de Sevilla, Sevilla Directo y periódico IDEAL de Granada

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